"Quien me quita lo talado" 2011-2014



                                                                 Ilustración Marina Zanollo

Ficha Técnica
Autora: Adela Basch
Intérpretes: Mariana Mazzeo - Martín Ribot - Carolina Rossi - Evangelina Tedesco - Marina Zanollo
Música Original: Nicolás Kuhnert
Vestuario: Emiliana y Noelia De Cristofaro / Don Cholo Vestuarios
Iluminación: Ignacio Riveros 
Asistente y Operador de luces: Sergio Salgado
Escenografía: Ignacio Riveros
Realización de Escenografía: Ignacio Riveros -Martin Ribot - Sergio Salgado y Pablo Calamante
Diseño y Realización de objetos: Marina Zanollo / Grupo de Mandarinas
Ilustraciones: Marina Zanollo
Fotos: Fabian Laghi
Prensa: Mariana Mazzeo 
Asistente de Dirección: Maria Sol Perez Aldazabal
Dirección y Puesta en escena: Ana Riveros 




 



Lorenzo Talatodo, un personaje de dudosas maniobras… 
 






…llega a una tranquila cosecha de naranjas, 
con el propósito de alterar para siempre el rumbo de la naturaleza.

   

Rosenda, Juana y Susana, deberán encontar la manera de evitarlo.










Chingola, un personaje casi “irreal”, será quien las ayude a detenerlo


Sobre la autora

Adela Basch
Nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en 1946.
Es escritora y editora egresada de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Entre sus obras de teatro se encuentran “Abran cancha, que aquí viene don Quijote de La Mancha”, “Los árboles no son troncos”, “El velero desvelado”, “Minutos a toda hora”, “Oiga, chamigo aguará”, “Colón agarra viaje a toda costa”, “José de San Martín” caballero de principio a fin”, “¡Que sea La Odisea!” “¿Quién me quita lo talado?”, “Pasión y mandato: libertad al virreinato”, “Ulises por favor no me pises” y “Una cita a la tardecita”.
Fue coordinadora de talleres de Promoción de la Lectura y la Literatura Infantil en el Plan Nacional de Lectura de la Dirección Nacional del Libro de la Secretaría de Cultura de la Nación. Fue miembro de la Comisión Directiva de ALIJA, (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina). Fue directora de las colecciones de literatura infantil y juvenil de Coquena Grupo Editor, y hasta el 2004 se desempeñó como directora de la colección "Hora de lectura" de Ediciones Cántaro. En el año 2002 estuvo a cargo de la selección literaria de la serie “Vení conmigo”, libros de lectura para el primer ciclo de E.G.B. de Editorial Estrada y al año siguiente a cargo de la selección literaria de la serie “Argentinitos” de la misma editorial. Recibió los siguientes premio y menciones: premio ARGENTORES, premio destacado de A.L.I.J.A., mención premio COCA-COLA de Literatura Infantil, mención Premio Nacional de Literatura Infantil y fue nominada para el Premio “Teatros del Mundo” otorgado por el Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es directora y editora de Ediciones Abran Cancha fundada en el año 2002.






Artículo publicado en Crítica Teatral por Mónica Berman
¿Quién me quita lo talado?
Lo estético por encima de lo didáctico
Dos árboles bastante particulares serán la sinécdoque del bosque. Coloridos, con la impronta de la tela como sustento. 
Son cinco, cuatro mujeres y un varón. El inicio es absolutamente lúdico, juegan, se persiguen, se arrojan blandas manzanas de tela. En muy pocos gestos se dibuja el rasgo distintivo de cada uno. Se indicará que lo que viene es una representación. Y que el malo no es malo sino por un ratito.
La dramaturgia de Adela Basch, como se sabe, insiste con la rima (muy lograda y sumamente divertida) y los actores, en este caso, hacen un trabajo fantástico asumiendo ese modo distanciado de dar cuenta de las cosas. Y la distancia parece ser el paradigma de la propuesta: no hay posibilidad de ver al árbol como árbol, ni a las manzanas como tales, ni a los personajes como otra cosa que actores, hachan pero no lo hacen, dicen pero el lenguaje no se confunde con el cotidiano (aunque se entienda perfectamente).
Porque en el fondo ¿Quién me quita lo talado? es una obra defensora del medio ambiente, que pone por encima de lo didáctico, lo estético y es por eso que es efectiva. 
Y no lo hacen solo desde la palabra, sino desde todo el tratamiento de puesta. Por dar un ejemplo, el espacio. La escenografía está armada de tal modo (copa de árbol, tronco, frutas) que puede ir desarmándose gradualmente, entonces lo que se percibe es el acto de vaciamiento. Del colorido, de la plenitud hacia la disminución de colores y el vacío del momento previo al final. ¿No es eso lo que sucede con la deforestación? ¿no es acaso relativamente gradual?  Por eso, la denuncia es contundente: porque hay belleza, porque actúan bien, porque son divertidos, porque cada uno de los detalles está trabajado con inteligencia, porque la música elegida parece casi la única posible.
Y por supuesto, imposible no reflexionar sobre el título, con alusión irónica a través de  este humor verbal de brillante factura.
Mónica Berman